domingo, 31 de marzo de 2013

Corrompiendo aceites



Hace muy, muy poco, revisando ciertos suplementos, comentaba que el omega-3 puede estar rancio cuando lo compramos como aceite. Recordemos que estos ácidos grasos insaturados (mono o poli) soportan poco el calor y la luz, al contrario que los saturados. Esto está relacionado con que los primeros son líquidos (aceites) a temperatura ambiente y los segundos, sólidos (grasas). A modo de esquema: insaturados = aceites = sensibles = aceite de oliva / saturados = grasas = estables = mantequilla.

Poco después de escribir que la luz daña a estos ácidos grasos, me encuentro el escaparate de una tienda repleto de suplementos de omega-3 y aceite de pescado envasado en botes transparentes. Es la foto que encabeza esta entrada y se corresponde con una conocida cadena de tiendas de suplementos y herboristería. Resulta un claro ejemplo del caso que hablábamos en el que es mejor no consumir este tipo de suplementos. Aquí podemos tener casi total seguridad de que el contenido de las cápsulas es inútil o incluso dañino.

Vale, es verdad que el sol de Londres no es como para morirse de una insolación nivel guiri-con-chanclas-y-calcetines, pero tampoco será muy bueno para los pobres omegas treses, favó.

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