miércoles, 9 de octubre de 2013

Regla 9. Evita los errores estúpidos.


¿Qué tal si seguimos con la novena de las 10 reglas?

Aunque esta es de sentido común, no está de más hablar un poco de ella. Se trata, como dice el título, de evitar los errores estúpidos.

"¡Qué tontería! ¡Claro que hay que evitar los errores estúpidos!" Cierto, todos pensamos igual. Pero estoy seguro de que has cruzado la calle sin mirar bien, sólo porque no oías que viniese ningún coche, ¡pero apareció una bicicleta! A mí mismo me ha pasado, y eso que pedaleo a menudo. La costumbre nos ha enseñado que no es seguro cruzar si viene un coche y esto lo hemos asociado al ruido que lo acompaña.

Aunque no hay que vivir en un estado de estrés continuo, sí que es necesaria una vigilancia permanente. Al menos según las circunstancias. Si estás en tu casa y quieres relajarte un rato en el sofá mientras lees un libro, no hay problema. Pero no intentes hacer lo mismo en un entorno que puede cambiar de repente. Claro que puede quemarse tu casa, pero esto es tan poco probable que no entraría en la categoría de "error estúpido" sino más bien de faena del destino o, en dicho en plata, "putada".

Vivimos en un mundo donde acolchamos los parques, ponemos cinturones de seguridad e instalamos suelos antideslizantes. Aunque todas ellas son buenas ideas, y tienen su fundamento, al final nos hacen relajarnos en exceso ante posibles problemas. Si sabes o esperas que un suelo no vaya a resbalar, te permitirás incluso correr. Pero puede que te deslices y acabes con una lesión. Suena ridículo, pero sí que entra en la categoría de "error estúpido". Es algo que nos puede suceder con frecuencia y por eso existen los letreros de "limpieza en progreso". Y seguro que te has llevado más de un resbalón por motivos similares.

Esas noticias tontas que vemos en las secciones de sucesos y de las que nos reímos, realmente podrían ocurrirnos a nosotros. ¿O es que nunca has abierto una lata y luego usado tus dedos para levantar la tapa? Seguro que como aquel grupo de Facebook, también has "arriesgado tu vida chupando el cuchillo de la nocilla" (esto es algo que ya no te tiene que pasar si eres paleo, ¡qué suerte!).

Sin querer cometemos varios errores estúpidos al día aunque rara vez ocurre algo. Nuestros sentidos y estado físico nos ayudan a enfrentarnos a posibles consecuencias, pero cuanto menos tentemos al destino, mejor.

¿No te crees que metamos la pata con tanta frecuencia? Pues fíjate en tus comportamientos y lo verás. Te lo pongo más fácil con algunos ejemplos:
- "Eso que está sobre el armario lo cojo con una mano, y con la otra sujeto aquello y con el pie aguanto la puerta y ya está".
- "Yo creo que el caldo hierve así que ya está listo. Voy a probar si está bien de sal".
- "Uy, este cable es un poco corto y no llega bien. Lo cruzo con el del ordenador y el de la tele y aunque quede un poco tirante es un momentito de nada. Además no me voy a tropezar porque sé que está ahí".
Y al final acabas con un ojo morado de lo que se te ha caído en la cara desde el armario, te has quemado la boca y tu prima de Huelva se ha roto los dientes por culpa de ese cable.

Caso personal: en mis años de fumador hacía honor al vicio incluso en bicicleta. Sí, se llama arte... Una vez encendí un cigarrillo mientras pedaleaba pero apareció un coche, choqué, me caí y más tarde acabé con un cabestrillo durante 2 semanas. Lo mejor de todo es que el coche estaba aparcado. Error estúpido en toda regla. Y con consecuencias.

¿Alguien quiere compartir algún tropezón?


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